Holiiiii!!! xD Sip soy yo, la bloody mod :3 Les traigo un fic de Gaara (quién más sin no) en que encontrarás no solo romance sino que también humor, acción, y como no...muerte ^//^ jias jias!
Como ya lo había publicado en otra web, voy a colgar los capítulos que ya tenía en la otra web (no se asusten son solo 3 xD).
Lo de OC es "Original Character" es decir, personaje original, buenu ^^ espero que les guste ^^ ah! y...COMENTEN
CAPITULO I
La Entrevista
- ¿Deni Kare?
La chica de ojos cafés y cabello oscuro rebelado se paró como si su asiento dispusiera de un resorte, cuando fue llamada por la muchacha rubia y de cuatro coletas.
-Soy yo... -dijo con timidez la diecisieteañera, agachando su cabeza y con la mirada fija en el piso, pero, la elevó rápidamente con una sonrisa que cualquiera se hubiera dado cuenta que era 100% falsa.
Debía de ser simpática (aunque no lo era), necesitaba conseguir ese trabajo como ayudante del Kazekage, había venido desde muy lejos para ello y necesitaba además, el dinero.
La rubia de cuatro coletas que sostenía la lista de la cual iba llamando a las pretendientes al trabajo, miró a la morena.
-Adelante -le dijo disconforme y le hizo pasar a la oficina del Kazekage. Deni, sin quejarse cedió a entrar, ya desvanecida de su cara aquella sonrisa poco conforme.
Al entrar se encontró con dos hombres, sentados detrás del escritorio. Uno, que llevaba la cara maquillada, y el otro que en su frente llevaba el kanji del amor.
Deni que era bastante menudita en masa corporal (solo la altura le favorecía), se sentó en una silla que dejaba ver más de cerca los temibles rostros de aquellos dos hombres.
La rubia se retiró dejándola a solas con los dos muchachos.
El que tenía la cara maquillada le mostró una sonrisa muy grande de la cual Deni desconfió, ya que nunca le habían caído los simpáticos.
-Bueno, dinos de ti -dispuso a decir el joven.
-Emmm...-tartamudeó. ¿Qué podía decir de ella?. No tenía mucho para decir, era una chica más de la sociedad, con una familia normal, con notas normales, y demás....no había mucho que contar. -¿Qué quieren que les cuente? -preguntó. Primer error.
Los dos muchachos se miraron entre sí. El maquillado tenía facción de sorprendido con los ojos muy abiertos, mientras que el otro, solo mostraba una facción indiferente.
-Bueno, sería de preferencia que nos contaras por qué quieres este trabajo -propuso el chico maquillado.
Deni se golpeó la frente con la palma de la mano.
-¡Cierto que tonta! -dijo. Tomó aire y agregó: -Lo necesito porque, además de que preciso el dinero, necesitaba desprenderme un poco de mis estudios y empezar mi vida como adulta, aunque para ello me falten unos meses.
-¿Qué edad tienes?.
-Diecisiete.
-Ya veo... -el chico maquillado, corrio la mirada en tono de disconformidad-...emmm...bueno, te llamaremos, ¿eh?, gracias. -agregó echando a la muchacha.
-¡Kankuro! -habló por primera vez el chico del tatuaje - La ayudante es para mi, no para ti... -dijo.
-¿Y qué tiene eso que ver?
-Que si las estás eligiendo por bonitas o por edades que coincidan con la tuya, lo siento, no va por eso -el tatuado se tiró hacia atrás en su silla, cerró los ojos y cruzó los brazos. Dejando que su hermano llevara la situación, ya con la primer advertencia.
Kankuro, miró a Deni con el entrecejo fruncido.
-¿Qué sabes de contaduría?
-Pues, no mucho, porque nunca me fue bien en matemáticas.
Segundo error.
-Y...¿de administración?
-No me han dado esa materia
Tercer error.
-¿Sabes leer? -preguntó fastidiado Kankuro.
-Sí
-Y, además de leer, ¿en qué otra cosa eres buena?
-En Historia, Literatura y en Geografía
Kankuro emitió un suspiro de cansancio.
-Lo siento, señorita Kare, necesitamos de alguien que sepa de números y administración en un trabajo como este... -fue interrumpido por el Kazekage que seguía en su posición.
-¿Y Geografía?, ¿no crees que precisamos geografía para estudiar ataques enemigos y demás?. Ninguna de las anteriores entrevistadas dijo que supiera de Geografía.
-Bueno, en ese caso... -dudó Kankuro-...la llamaremos, señorita Kare -sonrió.
-Mjm -gruñó la muchacha poniéndose de pie, y cuando había caminado unos pasos ya, recordó que había olvidado decir algo que era fundamental para ser aceptada -Gracias.
Cuando se fue, quedaron los dos muchachos solos.
-Es rara -dijo Kankuro parándose.
-Sí, un poco -afirmó Gaara.
-Le diré a Temari que espere en llamar a las demás, me tomaré un descanso.
El muchacho se fue, quedando el kazekage solo con todo el papelerío de encima de su escritorio.
En el asiento de al lado, su hermano había dejado el curriculum de la recién entrevistada, Deni Kare.
-¿Con que Deni Kare, eh? -tomó los papeles y los miró un pocó luego los soltó de repente y los tiró encima del escritorio- Vaya, chica rara, no es como las demás.
CAPÍTULO II
La Llamada
La morena que ya hacía bastante tiempo que había abandonado Sunagakure, caminaba tranquila dirigiéndose a su aldea, la aldea oculta entre las rocas.
Poco después de un largo recorrido, visualizó a lo lejos su pobre aldea.
Estaba en un estado deprimente.
El Tsuchikage (Kage de la roca), estaba constantemente amenazado de muerte, y la aldea, amenazada de invasiones. Esto hacía que cada vez la aldea se despoblarizara mucho más, y la gente que estaba, se veía obligada a ocultarse en sus casas por miedo a salir y ser matados.
Deni, entró a la aldea. Gansekakure, estaba ubicada en un valle entre dos mesetas de no mucha altura. El valle era muy profundo por lo tanto al entrar a la aldea, tenías que bajar unas escalerillas, para llegar al suelo de la roca.
La oficina del Tsuchikage, estaba en la meseta más alta de las dos, así como también las oficinas de las fuerzas ANBU, para tener un mejor panorama de la aldea y de vigilancia.
Así la aldea estuviera bien ubicada, había sufrido guerras y ataques como ninguna y había perdido capital terriblemente para reconstrucciones y demás, por lo tanto la educación ninja empeoró. Los ninjas que se recibían de Chunnin eran idolatrados, ya que no todos llegaban a ese nivel.
Deni y su familia, eran un clan importante que utilizaba ninjutsus ilusorios, y por eso no habían abandonado la aldea, ya que el Tsuchikage, había pedido que se quedaran como protección de la misma.
La familia de Deni estaba formada por cuatro integrantes: Su padre, su madre, su hermana menor y ella, luego estaba su primo, que vivía con ellos a causa de que había sido desvalorizado por sus padres y los demás aldeanos por poseer sellado dentro de sí al demonio de Katenma, una especie de caballo volador con dos cabezas que había arrasado con la aldea hacía ya mucho tiempo.
Su primo tenía un año más que ella, y ella, no era como sus demás familiares, a decir verdad, aunque Deni tenía un corazón bastante “rocoso” y poco sentimental, estaba muy apegada a su primo y sabía que él, realmente no tenía culpa alguna de lo que llevaba cargando como cruz.
La morena llegó a su casa y se introdujo dentro. Como siempre, no había nadie, así que optó por sentarse y empezar a preocuparse si sería o no elegida para ese trabajo.
.-.
-Emmm…¿y entonces, qué sabes hacer? –preguntó Kankuro a la muchacha que tenía en frente suyo que a pesar de que tenía un cuerpazo, el shinobi de la arena estaba preocupado, ya que las entrevistadas no habían sido nada buenas.
-Umm…bueno…soy buena en…ummm… -la chica miró a Gaara con mirada seductora, este le miraba con el entrecejo fruncido y de reojo - Dando masajes y sirviendo sake.
-No bebo –dijo Gaara apartando la mirada y poniéndose más serio que antes –Y no sufro de dolores de espalda.
Esto hizo que la chica se intimidara bastante y se sonrojara con vergüenza.
-La llamaremos, gracias –agregó Kankuro más preocupado que antes por lo colorada que estaba la chica.
La chica que estaba vestida con prendas pequeñas se fue dando un portazo con furia.
Kankuro miró a Gaara con mirada pervertida.
-Oye hermanito, ¿qué te pareció esa? –dijo con una sonrisa bastante tonta.
-Necesito una ayudante, no una ramera –enfrentó el joven kazekage parándose, y mirando por la ventana a su aldea.
-Qué complicado eres… -dijo en un tono casi inaudible para no recibir un “te mataré” de su hermano menor -…¡Temari!, ¡has pasar a la que sigue!
La rubia entró.
-Era la última, Kankuro –dijo la kunoichi que tenía una cara de estar bastante cansada.
-¡Dios!, qué mala suerte tuvimos, ninguna fue buena. Me parece que vamos a tener que hacer otra tanda de entrevistas mañana –dijo el ninja maquillado.
-¡Mañana tu abuela, Kankuro!, ¡mañana es sábado y voy a salir con Shikamaru!. Cualquier cosa te encargas tu de atender a las chiquillas estas –enfrentó Temari adentrándose al despacho.
-Pero Temari…
Sí. Sus hermanos habían empezado otras de sus rutinarias discusiones. Gaara siempre trataba de mantenerse al margen, hasta que su hermano optó por decir:
-¡¿No entiendes Temari?!...ninguna, a ver, NINGUNA, entrevistada fue buena. Ninguna, ¿oíste?. Todas eran unas niñas que solo querían convertirse en señora del Kazekage…¡a ver!, ¡no es un concurso de baile!.
El kazekage se volteó para ver a su hermano que seguía la discusión hasta que este se percató de que Gaara le miraba.
-No todas, hubo una que… -fue interrumpido por Kankuro.
-¿Hubo una qué?...¡¿Hubo una qué?!..¡Por favor Gaara!, peor imposible, todas no sabían decir más que: “quiero el trabajo porque sé servir café y juntar papeles del piso con mi súper minifalda”…ya. –Genial. Lo que le faltaba a Gaara. Una vez que hablaba, era interrumpido por su hermano.
-No, Kankuro. Te equivocas…-Gaara tomó del escritorio, el currículo de Deni Kare –Ella dijo que quería el trabajo por el dinero y ya. No dijo más.
-Una interesada –se quejó Temari.
-Me importa un comino si era interesada o no, lo que sé, es que quiero que ella sea mi ayudante, ella sin más –exigió Gaara.
-¿Y por qué ella? –preguntaron los dos hermanos al unísono.
- Porque creo que no se meterá en mi vida y no me hablará demasiado, solo para pedir aumento quizá, pero fue la que me pareció más seria y menos pegajosa. Además, no tengo por qué darles explicaciones a ustedes dos…¡yo soy el que mando aquí! –dijo retirándose y dejando a sus dos hermanos mayores bastante perplejos.
.-.
La noche ya había caído, y en la casa Kare ya estaban todos.
Deni cuando veía que estaban todos los integrantes presentes, se encerraba en su habitación para disfrutar un poco más de su soledad.
-¡A cenar! –llamó la madre de Deni a sus dos hijas y “al otro” (así era llamado su primo por la familia).
La morena salió a duras penas de su habitación, no tenía mucha hambre. Como quizá pocas veces en su vida, estaba preocupada…¡necesitaba ese trabajo!, y eso era lo que le llenaba la mente ahora.
Cuando se iba a lavar las manos, se cruzó con su primo en el pasillo.
-¿Y Deni?, ¿cómo te fue en la entrevista?.
-No lo sé, Taechi. No tengo idea, los de la Arena son muy raros –dijo buscando una respuesta por parte de su primo.
-¿Y los de la roca? –rió silenciosamente- ¿Acaso no?
Eso era lo que esperaba oír de los labios de Taechi. Quería hacerle entender que no era él único “raro” sino que lo eran todos, que cada y una persona tenía su defecto por más mínimo que fuese, estaba ahí, y en cualquier momento saldría a la luz, así se ocultase muy bien.
-¡Deni y Taechi!, ¡se enfría la cena! –reprochó la madre de Deni.
-Ya vamos… -dijeron los dos con cansancio.
Sonó el teléfono de repente, y la madre de Deni emitió un gran suspiro. Siempre pasaba lo mismo, a la hora de la cena.
-Yo atiendo –dijo la morena y corrió hacia el teléfono. ¿Acaso sería la llamada que esperaba?. -¿Hola?
-Hola, ¿Deni Kare?.
-Sí.
-Hola, soy Sabaku No Kankuro, de la aldea de la arena.
-Ammm… -Deni se quedó pensando. Luego recordó que Kankuro era el chico maquillado que le había entrevistado esa tarde. -¿Sí?, ¿qué sucede?.
-Te llamaba para decirte que has sido seleccionada para el trabajo de ayudante del Kazekage.
-¡¿En serio?! –exclamó emocionada la chica.
-Sí. El lunes a las 8: 00 estate aquí.
-Sí…por supuesto. ¡Nos vemos! –dijo simpáticamente la chica (esta vez de verdad estaba simpática).
Kankuro colgó del otro lado. Y quedó bastante confundido por como había actuado la muchacha.
-¿Lo aceptó? –preguntó Temari quién estaba sentada en la silla del kazekage.
-Sí, y estaba feliz y todo –hizo una mueca de confusión.
Deni por otro lado, ya no tenía hambre…¡pero de emoción!, por fin tendría su ingreso económico. El lunes empezaba, y ¡lo haría con mucha gana!.